16 nov 2013

Cuchillas y pasados.

¡Bienvenido! Sitúate, tumbado/a, en una bañera y relajandote al compás de las imagenes que tu cerebro procesa, al compás del agua caliente. Tus ojos se apagan y son tantas las cuestiones sin preguntar el porqué, la bombilla esta rota, no hay ideas, dejando libre el alma, dejando libres los pensamientos, una bañera donde no hay libertad de movimientos. De repente tu cerebro no para de visualizar todos esos recuerdos, como un bucle que no cesa, que no para y tú estas vivo/a para contarlo. Necesitas ayuda y como cualquier adolescente hace, no dices nada tragando y sonriendo, sonrisas rotas. No quieres existir, no quieres dejar vivir, enfadado/a con el mundo y el mundo contigo ¿Eres feliz? Que sonrías tanto no significa que tu vida este pintada de rosa, puede ser rosa oscuro, o negro.

Tienes muchas ideas que quieres realizar y muchos problemas que con un simple chasquido no se solucionan solos, muchos sueños que cumplir y sin poder darte la oportunidad de intentarlo. Quieres dormir para siempre, dormir y nunca despertar, cerrar los ojos y ¡SE ACABÓ!
No hay nada más que decir, una parte de la bañera se tiñe de rojo, tus ojos tambien se tiñen de una oscuridad de la que ya estabas acostumbrado/a hace mucho tiempo, tu cuchilla cae al suelo, ese rojo no es pintura, no es halloween, es sangre y esta corre por tus brazos pareciendo las raices de un árbol, el árbol de la vida, en este caso, el árbol muerto. Te enfadas. ¿Por qué hiciste eso? ¿Acaso eres perfecto/a? ¡Todos cometemos errores!

Poco a poco te relajas, sientes que te vas, sientes como un huracán podría arrastrarte kilómetros a la redonda... Pobres ignorantes que juzgaban, ahora serán los culpables, pobres de aquellos que te jugaban malas pasadas en los pasillos del instituto, ahora serán la raíz del problema y pobre familia que te considera la oveja negra del rebaño, el patito feo de la bandada de cisnes, un patito negro como tus días, como tus semanas, como tus meses, como tus años...
En tan sólo un segundo aparecen en tu mente las personas que realmente te aprecian y a quien amas, ya no puedes dar las gracias, tu voz esta prisionera, prisionera y encarcelada. Whiski en mano, das un último trago, morir en paz quizás. Tu alma esta quebrada y esta herida, cierra los ojos y ves esa ''luz'', espera, no hay luz, solo me desintegro y mi alma al mismo tiempo se desintegra también y llegas al fin.

Ya no hay rastro de la sonrisa que muchos valoraban y otros derrumbaban, ya no existes, dedícate a observarles sin hacer nada, a vagar por las sombras de la muerte. 

G2  

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